martes, 19 de julio de 2016

¿Para qué sirve un modelo de negocio?

Fuente: www.emprendedores.es

Podríamos estar días y días divagando sobre el concepto ‘modelo de negocio’, pero como en Emprendedores presumimos de ser muy prácticos, definir tu modelo de negocio es saber cuál es el ADN de tu negocio. En otras palabras: es una herramienta previa al plan de negocio que te permitirá definir con claridad qué vas a ofrecer al mercado, cómo lo vas a hacer, a quién se lo vas a vender, cómo se lo vas a vender y de qué forma vas a generar ingresos.

Y ¿por qué es necesario –incluso, vital– definir tu modelo? Porque, entre otras cosas, te ayudará a saber “qué es lo que va a pasar y quién va a pagar qué, cuándo y por qué. Cuanto más sencillo sea el modelo de negocio, mejor funciona. Cuanto más complejo, más difícil será de implementar”, advierte Rodolfo Carpintier, fundador de Digital Assets Deployment (DaD).
“Una definición admitida es –señala Javier Megías, experto en estrategia y modelos de negocio– cómo una empresa crea, desarrolla y captura valor. Pero esto es muy etéreo. Al final, el modelo de negocio es una visión, un conjunto de todo lo que es tu negocio”.
Para Joan Riera, profesor de Esade Business School y CEO de Active Development, el modelo de negocio es como los pilares del futuro negocio: “Son los cimientos. Si vas a construir un edificio, que sería tu negocio, estás definiendo dónde van las columnas. Por eso el modelo de negocio es muy importante pensarlo antes de lanzar una idea al mercado, incluso antes del plan negocio. Muchos emprendedores empiezan con el business plan sin haber pensado bien su modelo. Es como construir una casa y empezar metiendo los muebles y luego te replanteas los espacios. Y te encuentras con un problema: ‘Perdón, me he equivocado. Voy a mover un par de columnas para que me encajen los muebles’. Volver atrás suele ser muy costoso y difícil y se suele entrar en etapas de confusión y colapso”.
Mucho más que los ingresos
Cuando se habla, coloquialmente, de modelo de negocio se suele concretar en la forma que tiene una empresa de ganar dinero. Y también es eso, pero es mucho más. “Se suele relativizar lo del modelo de negocio con los flujos de ingresos, y el modelo de negocio habla no sólo de cómo ganar dinero sino también de quiénes son tus clientes, de cómo vas a llegar a ellos, qué cosas tienes que hacer para entregarles tu propuesta de valor, qué es lo que te hace único, qué estructura de costes tienes, etc.; es una visión sistémica de tu negocio”, subraya Megías.
Y así es: ganar dinero –generar ingresos– sería la consecuencia del proceso. Para que eso suceda es necesario definir y encajar toda una serie de piezas (que veremos después). “Las preguntas clave que cualquier negocio debe saber responder son: ¿quién es mi cliente?, ¿qué estoy ofreciendo al mercado?, ¿cómo lo voy a ofrecer?, ¿qué mecánica tiene mi negocio para hacer beneficios? y ¿cómo lo voy a hacer sostenible en el tiempo?”, afirma Joan Riera.
Diseñar un modelo de negocio no es sólo válido para los emprendedores que empiezan sino también para empresas consolidadas que buscan que su modelo no se agote. “Y después de dibujarlo y estructurarlo, debes ponerlo a prueba, iterando, es decir, cambiando algunas piezas y viendo cómo se comporta todo”, recomienda Riera, que añade: “Y pueden ser piezas relacionadas con la parte del cliente o con la parte de producir ese valor. Por ejemplo, puede cambiar una serie de canales e innovar ahí o probar con otros sectores o en la parte de costes”.
¿Cuántos clientes te pagan?
Así, para validar todas las hipótesis sobre las que estás construyendo tu modelo de negocio, lo ideal es bajar al mercado, es decir, hablar con clientes para saber qué opinan, con expertos en el mercado en el que vas a operar, etc. “Aunque, evidentemente, la mejor prueba para saber si funciona es tener clientes que te paguen, porque al final un inversor te va a preguntar cuántos clientes tienes que te pagan”, sostiene Riera.
Para Megías, que defiende la idea de ejecutar lo antes posible el modelo de negocio para saber si funciona, “el emprendedor debe diseñar su producto mínimo viable para enseñar a los clientes y que le den feedback. Y la palabra clave es cliente, porque está muy bien que pienses o pronostiques que le va a gustar tu producto, pero la realidad es que quien tiene que decir bien o mal es tu cliente”.
Cliente y producto
Una de las cuestiones clave es ¿construyo productos para mis clientes o busco clientes para mi producto? “Cuando eres una gran empresa sabes quién es tu cliente, lo conoces y diseñas productos para él. Cuando eres emprendedor no tienes ni idea de quién es tu cliente. Te lo imaginas en el mejor de los casos. Siempre recomiendo a los emprendedores que construyan un producto que consideren que de verdad es bueno para sus clientes y busquen clientes para su producto. Si has buscado y no has encontrado, obviamente tu solución no tenía sentido”, dice Megías.
Este experto considera que el mantra de cualquier emprendedor debe ser el de llevar su producto pronto al mercado: “Pruébalo rápido y fracasa rápido y barato. ¿Cómo consigues validar tu modelo de negocio? No porque un cliente te diga que tu producto es interesante y que cubre sus necesidades. La única forma en que un cliente valide tu modelo de negocio es comprando tu producto. Muchos emprendedores se equivocan al pensar que, como han creado una beta o lo ofrecen a un precio ridículo y algunos clientes les han dicho que les ha gustado, su producto está bien. Pero eso es un error, porque no es una opinión cualificada. ¡Cómo no le va a gustar algo que es gratis; muy malo tendría que ser para que no le gustara!”.
Empieza pequeño y piensa en grande
Es necesario empezar pequeño, pero pensando en grande: “Lo normal cuando arrancas es poner el motor en marcha para ver si eso aguanta. Debes empezar con un cilindro y cuando veas que aquello no se cala, pasa a un motor más potente y grande”, sostiene Riera, de Active Development.
Megías recuerda que una de las preguntas que le hacen muchos emprendedores es ¿cómo van a proteger su idea? “Las ideas son difíciles de proteger. Lo mejor es que las protejas con un camino claro y en el tiempo. Es decir, si acabas de lanzar en pequeñito tu proyecto y llega un competidor y te copia, tu ya sabes (o deberías saber) cuáles son los otros tantos pasos que vas a dar después y cómo los vas a dar, aunque luego tengas que pivotar alrededor de tu modelo de negocio y hacer cambios, pero tienes muchas más cosas claras –o deberías tenerlas– que tu competidor, que tendrá una estrategia absolutamente reactiva”.
¿Y quién gestiona este modelo?
El secreto es cómo vas a ejecutar tu modelo de negocio y eso lo hará el equipo”, apunta Riera. O como recomienda Megías: “Hay que fallar pronto, rápido y barato. Para eso hay que diseñar un buen equipo y, sobre todo, que sea escalable”.
Uno de los errores más frecuentes, sostiene este experto, “es que el emprendedor no debe empezar con el equipo que será el definitivo. Tu primera etapa como startup, que para mí no es una empresa, sino una organización temporal que tiene que explorar su modelo de negocio, posiblemente, no requiera –o sí– de la figura de un financiero, pero sí en la segunda –por la evolución necesaria del proyecto– tendrás que cambiar de financiero, es decir, hay un equipo fundacional que tendrá que ir evolucionando y otros que tendrán que cambiar. Otro error es coger a un superfinanciero en la primera fase porque se aburrirá, y además costará bastante tenerlo en la empresa”.
Tener mucha cintura
Según Riera, el equipo debe ser capaz de reorientar su modelo: “Debe ser flexible y dinámico para redefinir el negocio a medida que lo van encontrando. Esto permite conocer cuáles son tus carencias personales y profesionales”.
Carpintier aconseja prestarle mucha atención a esta pieza, fundamental en el engranaje de todo modelo: “Es importante definir el tipo de equipo que vas necesitas, porque no es lo mismo vender software que un producto de moda; no es igual ser productor que distribuidor. El equipo que debes configurar será distinto dependiendo de quién sea el cliente final y quiénes tus proveedores. Por ejemplo, en el caso de los outlet online, lo importante es la relación con las marcas para que éstas cuenten contigo y te den la oportunidad de venderle a tus clientes marcas descontadas. Y en ese punto tienes que tener la figura del interfaz con las marcas, que es un comprador que se dedicará a llevar, tratar, cuidar y mimarlas para que estén contentas y te den cada vez más productos”.
Experiencias complementarias
Para Fernández, cuando se trata de varios socios, “es bueno que se complementen, que tengan experiencias distintas, para que puedan tener roles distintos. Y que haya química entre ellos. La vida en las empresas es larga y es importante que las relaciones humanas sean buenas”.
Megías aconseja que cuando emprenda entre varios, “no todos deben tener lo mismo, porque ni todos aportan igual, ni todos se van a comprometer por igual. Hay que fijar, desde el principio, todos los supuestos entre los socios para cuando las cosas vayan mal. La democracia no es un sistema solvente en una empresa”.
Fernández destaca la figura de un director general: “No creo en los proyectos en los que, como somos tres, todo lo llevamos por igual. No, porque la jerarquía debe estar clara y después que cada uno asuma su rol. Es importante que el equipo tenga capacidad de liderazgo. Al principio, el proyecto no tiene personas, es pequeño, pero los proyectos en crecimiento se convierten en una organización y es necesario alguien con capacidades de liderazgo y de gestión. En esos crecimientos, a veces los emprendedores sufren por falta de capacidad de delegación. Si no se da, el propio emprendedor acaba siendo el cuello de botella de su proyecto. Lo importante es equipo y proyecto, pero si tienes un buen proyecto, pero desconfías del equipo, mejor no inviertas”.


lunes, 4 de julio de 2016

Así nació el porro y su festival

William Fortich Díaz nació en San Pelayo, es licenciado en Ciencias Sociales y magíster en Historia. Es uno de los fundadores del Festival Nacional del Porro de San Pelayo (1977), del cual fue presidente durante varios años. Fortich ha dedicado gran parte de sus investigaciones al estudio del porro. En su búsqueda ha creado un vínculo entre la época de la dominación colonial española, que desde sus inicios impuso una cultura musical que sobrevivió por largo rato, y el origen del movimiento bandístico colombiano.
Esa consideración ubica los orígenes del porro en Cartagena, donde según Fortich, abrió los ojos al mundo lo que es hoy la música de Córdoba y Sucre. Para este maestro, en la Cartagena colonial, en un maravilloso encuentro de culturas, el porro nació interpretado por los gaiteros y luego fue arreglado para las bandas musicales de viento a fines del siglo XIX y principios del siglo XX.
¿Para usted qué es el porro?
Para mí, el porro es un “ser nosotros”, no es solo un género musical. Es todo lo que somos: negros, blancos, sirios, libaneses, todos.
¿Dónde nació el porro?
El porro nació en el Caribe, en Cartagena, interpretado por los gaiteros. Pero también lo hubo en Magdalena Grande y Bolívar Grande, por ejemplo. En cada región es concebido de manera diferente. En un intento por interpretar el fenómeno hemos manejado erróneamente el porro desde un concepto teórico – folclórico. Soy reiterativo en esto: En Córdoba nos referimos a porro pelayero.
¿Tiene el porro un origen en particular?
Aunque es difícil especificar el lugar exacto, creemos que en Cartagena de Indias, en la época de la colonia, interpretado, como se ha dicho,  por los gaiteros, pero en el  Magdalena dicen que allá nació y en Córdoba decimos que en San Pelayo. Para mí, el porro nació en Cartagena, esta era en la época de la Colonia la ciudad más importante de Colombia, todo llegaba primero allí, incluso los primeros instrumentos musicales. Cartagena fue el escenario de gaitas -de origen indígena- y tambores -herencia negra-. El porro nace con los gaiteros. Ese es mi descubrimiento. Del formato tradicional de las agrupaciones gaiteras, esto es: gaita hembra, gaita macho, tambor hembra, tambor macho y los guachos, nace nuestro porro, para luego ser arreglado por los músicos de las bandas musicales de viento.
¿Qué aportaron españoles a ese ensamble negros-indios?
Los españoles aportaron su cultura, pensamiento, lengua, religión.  El viajero sueco Carl Augusto Gosselman, quien pasó por Cartagena entre 1825 y 1826, aseveró: “La orquesta es realmente nativa y consiste en un tipo que toca un clarinete de bambú de unos 4 pies de largo, semejante a una gaita, con 5 huecos por los que escapa el sonido”. Los españoles recordaron el sonido de sus gaitas al encontrarse con lo que tocaban los indígenas nativos: gaitas que los pueblos raizales llamaban Kuisi. Los europeos vieron nuestra cultura desde su sesgo. A fines del siglo XVIII y principios del XIX, empezaron a llegar las bandas musicales de viento, sus géneros musicales y los maestros de música.
¿Cómo llegó ese efecto a nuestra región?
La ruta para la entrada de todo era: Cartagena -Tolú- Lorica. Todo nos llegó por el Río Sinú y el mar Caribe. No debemos olvidar que hacemos parte del Gran Caribe, que es un rico fogón en donde se cocinaron muchas culturas del mundo.
Es decir, ¿el porro no es una herencia de San Pelayo?
El porro pelayero nació en San Pelayo a principios del siglo XX, en un taller musical llamado Banda Ribana de San Pelayo, organizado por los músicos loriqueros José Lugo Espinosa y Samuel Herrera, quienes convocaron a jóvenes pelayeros. Destacamos los apellidos Paternina, Guerra, y dos músicos muy importantes: Alejandro Ramírez Ayazo, nacido en Montería en 1883 y Pablo Garcés Pérez, nacido en San Antero en 1881. El primero, notable compositor y el segundo, maestro de música. Ahora bien,ha que recordar que un antecedente fundamental proviene de África y América. Las trompetas no son de San Pelayo, las bandas de música no son del Caribe o de Colombia. El porro interpretado en las bandas musicales de viento no nació en San Pelayo, muchos pueblos de Caribe tuvieron bandas musicales de viento y porro antes que San Pelayo. En San Pelayo nació el porro pelayero que es un estilo, una forma particular de componer e interpretar el porro. Cuando nació el porro pelayero, el porro ya existía en el  Magdalena Grande y ya había bandas en Ciénaga de Oro y Lorica.
¿Qué diferencia al porro pelayero?
Los porros pelayeros, que se llaman así para identificar y no para excluir, tienen generalmente tres secciones y un invento maravilloso que los diferencia, la bozá del porro, donde el papel del clarinete es protagónico, sublime y antecedido, la mayoría de las veces, por un nexo preparatorio. Hay otros aspectos: improvisación (instrumentos que hablan su lenguaje naturalmente), número de músicos, (que no es superior a 18), estilo (mezcla de improvisación y expresión de los instrumentos) y ritmo (lento y cadencioso). Eso no se compara con otros porros.
¿Cómo fue el nacimiento del primer Festival Nacional del Porro?
El Primer Festival Nacional del Porro (24 de Junio de 1977) fue el inicio del segundo aire del porro en general y del porro pelayero en particular. Fue una segunda oportunidad para la música en San Pelayo. Para el caso de Córdoba, en la segunda mitad del siglo XIX y primera mitad del siglo XX había en el departamento unas fiestas llamadas ‘fandangos de pascua’. En Montería son recordados los fandangos de pascua de los barrios Chuchurubí y La ceiba.
¿Cómo ha evolucionado el porro?
La tendencia de los músicos académicos actuales es crear obras musicales inspiradas en el porro pelayero, pero con una metodología distinta. La esencia del músico tradicional es la expresión, crear al improvisar. El porro pelayero es una conversación abierta.
¿Cómo hacer para no dejar morir el porro?
El Festival del Porro es una buena estrategia, pero San Pelayo tiene que convertirse en una gran Universidad del Porro para enseñar música universal a partir del porro pelayero. Hay que entender que el porro tiene elementos académicos y de la tierra. Colombia es el país con el movimiento de bandas de música más numeroso y activo de Latinoamérica y en ese panorama algo tiene el porro pelayero para convocar con tanta fuerza a la gente en donde suena. Se debe preservar este patrimonio musical como herencia que no puede ser desvirtuada e ignorada.



Evolución y panorama de las aceleradoras en América Latina

Tomado de: www.pulsosocial.com
Gust y Fundacity se han dado a la tarea de investigar la actividad de las aceleradoras en el último año, la continuación del Latam Accelerator Report 2014.
No hay duda que las aceleradoras han venido jugando un rol fundamental en el desarrollo de ideas y en el boom de startups en Latinoamérica. Entre financiación y recursos, estas organizaciones han ayudado a las startups a hacerse más visibles y a ponerlas al servicio de los públicos a los que van dirigidas sus soluciones.
Entendiendo esta dinámica y su importancia para el ecosistema latinoamericano y mundial, Gust y Fundacity se han dado a la tarea de investigar la actividad de las aceleradoras en el último año con el Latam Accelerator Report 2015. Se trata de una continuación de la edición de 2014, por lo que ya es posible establecer un punto de comparación.
La investigación encontró que en 2015 en Latinoamérica se invirtieron en total US$31,563,841 -excluyendo servicios sin beneficios económicos- en 1,333 startups por 62 aceleradoras. Esto representa una disminución de la inversión con respecto a 2014, sin embargo, el informe advierte que “las monedas de los cinco países principales de la región – Argentina, Brasil, Chile, México y Uruguay – se han depreciado un -23% de media, respecto al dólar americano, haciendo que las cantidades parezcan mucho menores que su valor real”.
» Uruguay, uno de los países más pequeños en la región, con una población de 3,3 millones de habitantes, ha mostrado un resultado increíble y aceleró a casi el doble de startups en 2015 que en 2014.
» La cantidad invertida por aceleradoras de Uruguay se vio incrementada en cerca del 600%, superando a México en términos de dinero total invertido en startups a través de programas de aceleración. Hay que tener en cuenta que más del 50% de las inversiones en Uruguay fueron hechas a través de un único programa de aceleración (NXTP Labs).
Estos son los principales datos y conclusiones del informe:
La evolución de las aceleradoras
» El crecimiento del sector de las aceleradoras en América Latina llegó a su punto álgido en 2014.
» Entre 2009 y 2015, el número de aceleradoras en América Latina aumentó considerablemente año tras año.
El número de lanzamientos de nuevas aceleradoras en América Latina cayó en 2015.
» Esto puede ser indicativo de que el número de programas de aceleración en el mercado ha alcanzado un punto de saturación en relación al número de ideas innovadoras y compañías tecnológicas que existen. No obstante, más aceleradoras están entrando en el mercado año tras año.
Organizaciones con ánimo de lucro
» El 73% de las aceleradoras latinoamericanas son organizaciones con ánimo de lucro, una de los porcentajes más altos en el mundo comparado con otras regiones.
» El 27% de las aceleradoras latinoamericanas son organizaciones públicas sin ánimo de lucro, orientadas al desarrollo económico mediante la iniciativa emprendedora. Confían en fondos públicos, que se dirigen a una región específica (Startup Chile, Softlanding UY) o a una industria o tecnología específicas (Emprende Fch). Muchas universidades también lanzan programas de aceleración que buscan reforzar el emprendimiento e innovación de sus estudiantes (UDD Ventures, Chrysalis en Chile, Macondo Labs en Colombia).
Financiación
» Las aceleradoras son difíciles de rentabilizar y financiar a corto plazo (en 12 meses) porque las ideas en fase inicial suelen necesitar algunos años antes de generar ingresos a sus socios. Para apoyar este periodo de crecimiento, los gobiernos de todo el mundo ofrecen subsidios y subvenciones para estimular la creación de nuevas aceleradoras y las ayudales a funcionar.
» La mayoría de gobiernos latinoamericanos están comprometidos con el crecimiento de su economía de innovación y el fortalecimiento del ecosistema de startups. Las organizaciones de inversión públicas a menudo usan las aceleradoras como canal para sus inversiones.
iNNpulsa en Colombia, APEX en Brasil, CORFO en Chile e INADEM en México son algunos ejemplos destacados.
» En Latinoamérica, el 42% de las aceleradoras aseguraron que recibieron una mezcla de fondos privados y públicos o el 100% fueron fondos públicos.
» El 52% de las aceleradoras en América Latina informaron que fueron financiadas únicamente con capital privado. Esta financiación, normalmente procede de anteriores emprendedores de éxito, quienes se convierten en inversores, inversiones individuales u otras fuentes como grupos de inversión ángel, capital riesgo o fondos de inversión.
Ingresos
» Muchas aceleradoras latinoamericanas siguen el modelo tradicional “cash for equity” (dinero por accionariado), utilizado por primera vez en 2005 por Y Combinator. A cambio de pequeñas cantidades de inversión inicial o semilla para una startup (alrededor de US$25.000), las aceleradoras reciben participaciones en la startup (normalmente entre el 5% y el 10%).
» Las aceleradoras en Latam son más optimistas sobre el exit de sus startups comparadas con las de otras regiones del mundo: el 35% de las aceleradoras latinoamericanas informaron que esperan obtener ingresos de los exits de startups a corto plazo (dentro de los próximos 12 meses) y el 79% afirmó que confían en la obtención de beneficios por el exit de startups a largo plazo (12 meses o más).
» Teniendo en cuenta que el cash flow suele re-invertirse para apoyar el crecimiento del negocio, en lugar de utilizarse para el pago de dividendos, y que los exits normalmente no ocurren antes de los primeros 3 – 5 años del ciclo de vida de una startup, las aceleradoras no suelen obtener un beneficio de su inversión durante varios años. Para hacer frente a los costes diarios en los que se incurren como consecuencia del desarrollo de programas, las aceleradoras han empezado a explorar nuevos modelos que les permitan generar ingresos. Estas alternativas incluyen las comisiones por mentorizaciones, el alquiler de espacios de trabajo, albergar eventos, y colaboraciones y patrocinios empresariales.
El 90% de las aceleradoras en Latam planea incrementar sus ingresos a corto plazo incorporando modelos alternativos de ingresos a parte de los ‘exits’ de startups.
 » Como en otras regiones del mundo, un gran número de aceleradoras en Latam basan su generación de ingresos en las corporaciones. El 52% de las aceleradoras encuestadas indicaron que las colaboraciones empresariales suponen un canal importante de ingresos a corto plazo, y para el 50% en el largo plazo (más de 12 meses). De igual modo, los patrocinios también juegan un rol importante para la generación de ingresos en la aceleradora: el 37% de las aceleradoras afirmaron confiar en el patrocinio para el corto plazo y el 35% para el largo plazo.
» Un creciente número de corporaciones -grandes y medianas- están buscando startups como fuente de innovación para que les ayude a mejorar su eficiencia.
En términos de número de startups apoyadas por aceleradoras, Brasil, Chile y México han permanecido muy por delante del resto de países en América Latina.
Mercados competitivos para 2016
» Internet de las Cosas (74%), Educación (71%), Tecnologías aplicadas al sector financiero (71%), Salud (68%) y Big Data (66%) son los cinco principales mercados según el porcentaje de aceleradoras que mostró interés en invertir en ellos este año.
Otros mercados de interés son: SaaS (58%), Comercio Electrónico (52%), Aplicaciones Móviles (52%), Servicios en la Nube (44%) y Wearables (40%).
Top 20 aceleradoras activas por número de startups aceleradas en 2015:
  1. Start-Up Chile (Chile): 250
  1. Wayra (Latinoamérica): 112
  1. Startup México (México): 84
  1. Startup Farm (Brasil): 58
  1. Venture Institute (México): 38
  1. Angel Ventures Mexico (México): 38
  1. Softlandings Uruguay (Uruguay): 35
  1. Socialab (Latinoamérica): 33
  1. BlueBox Accelerator (México): 32
  1. NXTP Labs (Latinoamérica): 31
  1. New Ventures (México): 30
  1. EmprendeFCh (Chile): 28
  1. HubBog (Colombia): 28
  1. Ideas Factory AR (Argentina): 26
  2. IncubatecUFRO (Chile): 25
  1. Ace (Brasil): 21
  1. UDD Ventures (Chile): 21
  1. Smart Impact Accelerator (México): 20
  1. Imagine Business Lab (Chile): 20
  1. Ingenio (Uruguay): 20